martes, 8 de enero de 2008

Vuelta

Principio de año, vuelta a empezar, todo sigue igual.

¿Por qué nos empeñamos en darle significado a un simple cambio de número?

Y ahora, a esperar que llegue la primavera. Ese sí es un buen cambio.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

No es cierto, yo me he engordado. Aunque, como dices, ¿para qué preocuparse por un simple cambio de número?

Gemma dijo...

Pues por aquí ha nevado y hace un frío de bigotes. Menos mal que en febrero volvemos a casa.

Eso mismo, ¿dónde está Ulrika? ;-)

NáN dijo...

Por aquí andamos (ando) dándonos (dándome) de bofetadas en uno de mis blogs por la cuestión palestina.

Si es el precio que hay que pagar por el final del buenrollismo de la navidad, ¡sea! En realidad me ha pasado en todas las estaciones del año, así que no sé de qué me quejo. Contra la realpolitik in the real world.

¡Cómo me gustaría estar en un sitio nevado!

Anónimo dijo...

A mí gusta pensar en cambios: de estación, de año, de temporada, de mes... ¡Siempre son una excusa para moverse!

Rocío Rico dijo...

Es que no cambia nada, Scout.
El nuevo año sólo supone algo realmente para los fabricantes de calendarios... para el resto la vida sigue igual, y solo es una forma de llevar la cuenta.

;-)