Ya es Navidad
Llegó la Navidad con un mes de adelanto. Al menos aquí, en Madrid, ya han encendido las luces de las calles y en algunas tiendas hasta suenan villancicos. ¡Y todavía no estamos ni en diciembre!
Y mientras tanto Zapatero pretendiendo premiar a las familias que más energía ahorren. ¡Pues se podía plantear premiar también a los ayuntamientos que más tarde enciendan los adornos de Navidad! Y se podía plantear premiar a los ayuntamientos que decidan eliminar la nube gris y tóxica que planea sobre sus ciudades (léase, Madrid). Yo le daría el premio de honor al alcalde que se atreviese a no poner ningún adorno eléctrico en su ciudad en las fechas festivas que se avecinan.
Está muy bien que nos animen a colaborar en la lucha contra el cambio climático y así todos podamos contribuir a que España pueda cumplir con el protocolo de Kioto, pero da la sensación de que somos sólo los consumidores los responsables de que nuestros cielos estén grises. Y llega noviembre y nuestros ayuntamientos hacen gala de su nula conciencia ecologista e iluminan las ciudades y pueblos como si ellos no tuviesen la misma obligación que los ciudadanos de ahorrar energía (y también el dinero del contribuyente). ¡Y encima empiezan tan pronto que nuestras calles van a estar encendidas mes y medio con el consiguiente gasto de energía y la consiguiente contaminación lumínica!
También se predica con el ejemplo, el que deberían dar nuestros gobernantes.
Actualización: ¿Una Navidad poco sostenible?
9 comentarios:
Hace un mes (por lo menos) que para la publicidad es Navidad... llegaron las colonias, los relojes ... se acabaron los coches...
En cuanto a la iluminación navideña... se puede optar por utilizar bombillas de bajo consumo... si es que no quieren eliminar la decoración...
Yo dejaría de iluminar la publicidad de los edificios en obras (que en Madrid abunda, por cierto)...
No todas las ciudades tienen esa capita de mierda encima (doy fe)...
Pero sí, en líneas generales, comparto el mensaje.
Aquí pasa igual. Lo que más me molesta es que creo que la razón principal es para promover el consumo y, aunque en algunos casos lo paguen los propios comercios, el gasto energético está ahí. Iluminar algunos edificios o lugares relevantes puede llegar a ser un compromiso aceptable en algunos casos, pero todas las calles y a saco... Creo que con hacerlo como mucho durante un par de semanitas ya estaría bien. Si quieren poner alegría en las calles en Navidad que se rompan la cabeza un poco más.
Tendría que haber una ley que no permitiera iluminaciones faraónicas hasta diez o quince días antes de Navidad.
Desgraciadamente no es sólo una manía del PP, también de los demás. De todos, diría yo.
Mientras tanto seguimos estando lejísimos de los objetivos de Kyoto. Y no se hace casi nada.
Salud y República
Me uno a la cadena de quejosos. Es impresentable lo que está sucediendo. Y seguro que si alguien de los que están a favor de la superluz nos leyera, diría, "¡Pero qué querrán estos! ¿Vivir a oscuras?"
Estas son las cosas en las que los de a pie podemos hacer mucho: crear ambiente y dar la lata a nuestros políticos. En cuanto vean que es rentable electoralmente, se subirán encantados al carro.
Aquí en Berlín estamos casi a oscuras (en comparación con el derroche de luz de Madrid y Barcelona), y da gusto que así sea, la verdad.
Ya no es sólo que los comercios estén a oscuras por la noche, sino que incluso la iluminación de los restaurantes y bares es, por lo general, bastante tenue, lo que hace que tengan más encanto, pues casi todos ellos suelen iluminar sus locales con velas.
Las calles, por último, también están poco iluminadas. Vamos, que la noche es noche, y todos contentos...
El comentario que puse en tu post del cambio climático lo escribí antes de leer esta nueva entrada. Es lo que tiene ir dejar un par de días la blogosfera... que cuesta ponerse al día. Estoy totalmente de acuerdo contigo.
¡Cuanta razón tienes!
Tienes toda la razón. Estoy terminando un post que va en l misma línea. Cuando lo leas vas a decir que me he copiado. jejeje.
No te preocupes, Paco. Es normal que coincidamos en los temas. Siempre que llega la navidad mucha gente dice lo mismo.
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