lunes, 30 de julio de 2007

¿Soy como soy?

Hoy mi adorada compañera la super-inútil me ha echado dos piropos de los suyos tan particulares: me ha dicho que ando raro y que soy seria. Y luego ha matizado: "Sí, tienes una personalidad grave y severa". He tenido que mirar a mi alrededor para ver si le estaba hablando a otra persona. ¡¿Yo soy severa?! Por favor, si esa palabra siempre me recuerda a una monja que me daba clase en EGB... ¡¡y yo no me parezco en nada a ella!!

Lo de que ando raro lo paso por alto, pero lo de que soy seria... ¡¡¿¿Yo seria??!! Vale, a lo mejor no soy la alegría de la huerta, ni la persona más extrovertida del mundo, pero desde luego yo no me definiría a mí misma como una persona seria. Me han dicho que soy tímida, natural, risueña, serena, que tengo mucho carácter... pero nunca me habían calificado como seria.

Además de fastidiarme un montón (lo siento, en esto soy muy parcial, no la aguanto y si encima me dice estas cosas...), la ocurrencia de mi compañera me ha hecho pensar en la imagen que doy, que damos todos, que puede llegar a ser muy distinta de la que nosotros pensamos. ¿Somos como somos por nuestro carácter o somos lo que nos hacen ser los demás? ¿Soy tímida porque eso es parte de mi personalidad o la influencia de los demás me ha hecho serlo? Si varias personas me dicen que soy seria ¿empezaré a considerarlo yo también así? ¿Cambiará eso mi autopercepción?

Los seres humanos somos animales sociales, de eso no hay duda pero ¿hasta qué punto influyen los demás en nuestra forma de ser? No me refiero a nuestros padres y hermanos sino a amigos, compañeros de clase y trabajo, conocidos. ¿Soy seria o mi compañera me ve seria? ¿Soy lo que soy o soy como me perciben?

13 comentarios:

garib dijo...

Eres como eres, de eso no hay duda, es un perogrullo. Pero la manera en cómo te perciben te puede influir, aunque yo creo que entonces no eres tú misma.

La percepción de los demás no tiene porqué ser certera, yo creo que más bien al revés, mucha gente no sabe mirar. Incluso después de mucho roce. También depende de la calidad de la relación ¿cómo vas a conocer realmente cómo es alguien bebiendo cubatas y diciendo tonterías o hablando todo el día de trabajo? Otra forma de tener una impresión errónea es cuando te ven como una amenaza o un problema para su status quo, típicamente en entornos laborales. Así alguien a quien le gusta cuidar detalles puede parecer puntilloso y si le enfada hacer las cosas mal, severo. A mí me han llamado diva en ocasiones porque con lo tranquilito que soy, cuando creo que alguno se pasa de rosca normalmente empleo las mismas armas que el contrario. Y es así que ocurre que el chuliplaya de turno te acaba llamando diva. Y luego va rafa y dice que soy modesto. Ya ves.

Por otro lado, tu percepción de lo que los demas perciben de ti puede ser errónea debida a la inseguridad, puede ser que proyectes tus inseguridades. A mí me pasa. Tú crees que el otro piensa algo o que no le acabas de gustar porque tienes miedo, pero no ocurre necesariamente.

En fin, yo estoy atravesando una mala racha y no digo más que tonterías, como dicen en otro blog. Con profes así...

RGAlmazán dijo...

Eres lo que eres, sin duda. Pero, ¿cómo eres? ¿quién debe definirte? Es verdad lo que dice Garib, la percepción de los demás puede ser erronea, sin embargo, también puede ser equivocada nuestra propia percepción. No siempre el espejo es liso.
Yo no me preocuparía, lo importate es, si eso es posible, estar de acuerdo con cómo es uno, y tratar de cumplir unos mínimos principios de convivencia, los demás pueden aproximar o distorsionar una imagen.
Por lo que has descrito en otras ocasiones de tu compañera, no creo que te conozca ni que a tí te deba afectar lo que dice.
Yo diría por lo que sé de tí, que está en tu blog, que no eres seria, pero... ¿quién soy yo para pretender conocerte?

Salud y REpública

garib dijo...

Coincido con rafa, scout eres poco seria.

Anónimo dijo...

¡qué falta de seriedad, joven! Así no nos aclararemos nunca.

Scout Finch dijo...

Ok, soy como soy, de eso no hay duda. Tampoco hay duda de que el calor me reblandece el cerebro y hasta los absurdos comentarios de la inútil me provocan reflexiones. ¡Qué poco propio de mí, jajajaja!

El problema de mi compi es que tiene un complejo de inferioridad tan grande, que necesita meterse con los demás para sentirse mejor. Se cree muy observadora, y lo es: se fija en la ropa, en el pelo, en la forma de andar... pero no en el fondo, que es lo que importa. El problema es suyo, no mío, claro, pero no puedo evitar que a veces me saque de quicio.

¡Sólo me quedan cuatro días para las vacaciones!

Besos a los tres.

Adivagar dijo...

Lo más verdadero es cómo te ves tú, cómo eres, no como te ven los demás. Si te sirve de algo mi opinión, no creo que seas nada seria, pero sí melancólica. Eso es indicio de una vida interior muy rica. Como ya te dije una vez, eres un pedazo de corazón que anda sembrando entre los blogs.

Tenemos que cuidarnos más a nosotros mismos y enriquecernos por dentro (para dar hay que tener), sin importarnos cómo nos vean, excepto los que nos importan.

¡Mucho ánimo y a disfrutar de las vacaciones!

Tanhäuser dijo...

Eres lo que eres, por supuesto y al resto que le den.
Por cierto, no hay mujer mejor que la que siendo ingeniosa y simpática, aparece ante el mundo con semblante enigmático e interesante. Las number one, te lo aseguro.
Abrazos

Scout Finch dijo...

Pues lo de que soy meláncolica no te lo discuto, Adivagar. Antes lo era mucho más, pero aprendí a controlarlo, más o menos, hace unos años, gracias a mi churri. Ahora me sale de vez en cuando, y reconozco que cuando escribo aquí me sale mucho más. Supongo que será como desahogo.

Gracias de nuevo por tus halagos, me sorprende que me veas así, pero me gusta, no lo voy a negar. Besos.

Tan, pues sí, a la inútil que le den. Si no sabe ver más allá es problema suyo. Un abrazo.

Anónimo dijo...

Yo soy enormemente partidario de la nostalgia, que podríamos relacionar con la melancolía, como método de vida. El otro día leí una respuesta estupenda de Jaime Gil de Biedma, en una entrevista que le hicieron en 1982: «Memoria, recuerdo y nostalgia no son sino la necesaria aportación que la personal irrealidad de cada uno hace a la inhabitable realidad de todos».

Yo ya tengo nostalgia de las vacaciones que no voy a tener: ¡Pasadlo bien!

Anónimo dijo...

Un poco de todo, scouth, yo creo..., hay un motor nuestro, muy nuestro, somos quienes somos, pero luego está el chasis (y no me refiero al cuerpo), lo que vamos cambiando, enriqueciéndonos con los demás, esas cosas.

No le hagas mucho caso a tu compañera, hay gente a la que le encanta opinar sobre los demás, y si estás contenta (en general) contigo misma, lo que piensen los demás a la porra.

Un besito,

Antonio Parra dijo...

Eres como eres y punto. Yo no lo sé, pero podría equivocarme seriamente al describir como te percibo. Así que no lo haré.
Como dice Los Pasos Que........si te sientes bien contigo mismo ¿que carajo importa los que los demás opinemos?
salud scout

Blanca dijo...

Yo nunca fui más insegura que cuando todo el día andaba buscando la aprobación de los demás, que me quisieran, que me mimaran, caer bien, en definitiva...

Cuando todo éso me importó un pito y empecé a ser yo misma, me dejó de importar tambien lo que los demás pensaran de mi, me dejó de quitar el sueño... tardé, no te creas, pero es la mejor postura ante la vida: Ser siempre uno mismo. Así se llega a la "adultez" en el buen sentido de la palabra... que ya sé que tu no quieres crecer, mi querida y pequeña "Peter Pan"... pero seguro que ese día dejarás de mirar cómo te miran los demás para disfrutar de ti misma, con tus luces y tus sombras y a quererte por ambas cosas.

Gemma dijo...

Totalmente de acuerdo. Cuando uno mide demasiado sus pasos, suele mostrarse menos natural; y al final ese comportamiento no sirve de mucho, la verdad.

Nán, también coincido contigo. Precisamente, el nombre de mi blog "suennos en la memoria (el teclado alemán no tiene ennes)" procede de unos versos de Jaime Gil, el grande.