martes, 12 de junio de 2007

Super-inútil ataca de nuevo

Hoy mi compañera la Super-inútil me tiene de los nervios. Menos mal que últimamente no tenemos demasiado trabajo, y ella menos, sino me estaría subiendo por las paredes y habríamos terminado a tortas, que yo aguanto mucho pero cuando estallo más vale que no haya mucha gente alrededor.

Resulta que le he dado un curriculum para meter en una de nuestras bases de datos. Como desde principios de abril estamos bastante relajadas, Super-inútil no había vuelto a usar esa base. Así que, cuando le he dado las hojas, me ha mirado con cara de terror:

"¿Y qué hago yo con esto?"

"Pues meterlo en la base"

"¿En qué base?"

(Ahí se me han empezado a despertar los demonios internos. Sólo tenemos una base para los currículos)

"Pues en la nuestra"

"Ah"

Se ha quedado con cara de tonta un rato y luego:

"Creía que no íbamos a usar más esa base"

"Ya, pero para este proyecto que tenemos ahora nos viene bien"

"Ah"

(Evidentemente, con las luces que tiene, y como hace casi tres meses que no ha vuelto a usar ese programa, ahora no se acuerda de nada. Es una base relativamente fácil de usar, pero tiene un montón de códigos que hay que saberse para poder introducir los datos rápidamente).

Al rato:

"Oye, Scout, es que este curriculum que me has dado tiene dos números de móvil"

(En este punto ya estaba empezando a jurar en arameo o en alemán o yo que sé, que no me entendía ni yo del cabreo que tenía)

"¿¿¿Y???"

"¿Cuál le pongo?"

(Todo esto a gritos: yo desde el despacho y ella desde fuera, que es incapaz de levantarse cuando tiene que preguntar algo)

"Pues los dos"

"Ah"

Es increíble lo que puede irritar un simple "ah".

No sé si estoy siendo demasiado dura con ella pero es que ya lleva unos días de este estilo preguntón-absurdo y yo estoy en ese punto en el que, o paso de todo, o me pongo borde. Y la verdad es que lo de ponerme borde no se me da demasiado bien. Eso sí, cuando me pongo...

Ya veremos cómo termina el día. Menos mal que queda poco para comer porque, con el estómago vacío, aguanto muy mal ciertas cosas.

Santa paciencia.

5 comentarios:

Antonio Parra dijo...

me gustan tus entradas de "lo cotidiano", me hacen reir (que no es poco) y me hacen pensar (que es mucho).
saludos

Paco dijo...

Paciencia Scout, paciencia. Contéstale tú también con Ah. A ver que te dice.

Un beso

Scout Finch dijo...

Gracias, Antonio. Ya que estoy cabreada, por lo menos intento que me salga una entrada un poco graciosa y al menos me desahogo.

Paco, no creo que me entendiese. Me miraría con esa cara de miedo que pone cuando tiene que enfrentarse a algo nuevo o que le supone algún esfuerzo extra a sus neuronas (qué mala que soy). Besos para ti también.

Gracchus Babeuf dijo...

Tuve una 'compañera' que iba por ahí. Miraba el salvapantallas de campo de estrellas de windows, como si se fuera a caer dentro.

Parecía tonta.

Pero quien hacía el trabajo era yo.

Luego, de tonta no tenía un pelo. El tonto era yo.

Scout Finch dijo...

Yo ya no hago su trabajo, pero sí me tiro todo el día respondiendo a sus absurdas preguntas.

Lo que no me explico es que vió mi jefe en ella como para contratarla en su día.