Vida y muerte
La primavera es la celebración de la vida. Los árboles florecen, los campos se llenan de verde y colores, los animales empiezan sus ritos de apareamiento, todo parece más vivo y brillante después del crudo invierno (aunque este año, lo de crudo es un decir).
También es época de bodas. Yo tuve una este fin de semana. Como dije en otra entrada, no me gustan las bodas pero, si lo miramos por el lado romántico, me parecen una celebración de la vida. Dos personas que se unen para compartir un camino, un sendero en la vida, formar una familia... Vale que todo eso se puede hacer sin casarse pero, tradicionalmente, cuando te casabas comenzabas una nueva vida. Así que, aunque mi amiga ya vivía con su novio, de alguna manera, se ha embarcado en un nuevo camino.
Pero la vida no tiene sentido sin la muerte. Si no muriésemos no apreciaríamos el estar vivos. El sábado yo experimenté las dos cosas: la celebración de la vida y la despedida en la muerte. Después de la ceremonia en la iglesia me fui a la incineración de un familiar cercano. Era muy mayor y estaba muy enfermo, así que la muerte para él fue una liberación. No hubo lágrimas ni gritos, fue un acto muy íntimo y sereno. Y me hizo reflexionar sobre la vida y la muerte, tan unidas siempre.
Dicen que los occidentales no sabemos aceptar la muerte, que no sabemos convivir con ella. Yo creo que eso es cierto y cada vez lo es más. Supongo que es un reflejo de nuestra sociedad, que tanta importancia le da a la juventud y tanto invisibiliza la vejez. Vemos la muerte como algo lejano, no como algo cotidiano, en parte por el aumento de la esperanza de vida y en parte por la mejora de las atenciones sanitarias en nuestras sociedades. Y no sabemos enfrentarnos a ella, no sabemos aceptarla como algo natural que, tarde o temprano, nos va a ocurrir a todos.
La verdad es que yo, más que miedo a mi propia muerte, tengo miedo al sufrimiento y, sobre todo, miedo a la muerte de mis seres queridos. Y siempre me pregunto porqué, si es algo por lo que vamos a pasar todos. Y creo que parte de ese miedo es producido por el desconocimiento. No sabemos si hay algo después, y si lo hay, no sabemos qué es. A mí no me consuelan las explicaciones de la religión porque no me convencen. No creo en la vida después de la muerte. Me gustaría hacerlo, porque debe ser un gran consuelo, pero la fe no es algo racional.
Y la vida sigue. Aquí os dejo algunas citas para que reflexionéis:
"La vida es tan corta y el oficio de vivir tan difícil, que cuando uno empieza a aprenderlo, ya hay que morirse". Ernesto Sábato.
"La muerte es algo que no debemos temer porque, mientras somos, la muerte no es y cuando la muerte es, nosotros no somos". Antonio Machado.
"Estar alerta, he ahí la vida; yacer en la tranquilidad, he ahí la muerte". Oscar Wilde.
6 comentarios:
Ya lo decía Quino (o quien fuera, que no estoy seguro si la cita es suya).
La vida debería fluir al revés. Uno debería morir primero, para salir de eso de una vez.
Luego vivir en un asilo de ancianos hasta que te saquen cuando ya no eres tan viejo.
Entonces ponerse a trabajar ... unos cuarenta años hasta que eres lo suficientemente joven para disfrutar de tu jubilación.
Luego fiestas, parrandas, drogas, alcohol, diversión, amantes, novios, novias, todo, hasta que estás listo para entrar a la secundaria.
Después pasas a la primaria y eres un niño que se pasa el rato jugando sin responsabilidades de ningún tipo.
Luego bebé y vas de nuevo al vientre materno y ahí pasas los mejores y últimos nueve meses de tu vida flotando en un líquido tibio, hasta que tu vida se apaga en un tremendo orgasmo.
Abrazos.
Eso no estaría nada mal, aunque tiene que ser muy raro eso de ir hacia atrás. ¿Te imaginas volver a los 15, con la edad del pavoy y los granos? A mí me gustaría quedarme eternamente en el año en que cumplí 25: fue el mejor de mi vida.
Pues 25 era lo que yo te echaba, scout, te cuidas muy bien.
(el cierre un poco X, ¿no, maripuchi?)
Aporto un par de citas yo también
"Ten la valentía de vivir, morir lo hace cualquiera", no sé de quien
y una de Ghandi "Aprende como si fueras a vivir toda la vida, vive como si fueras a morir mañana".
No tengo un mejor año. Tengo dos: el de los 18 y el de los 30. Fantásticos.
Garib, ¿me echabas 25 por mi retrato? ;-)
Soy un poco más vieja, pero sólo un poco...
Pues sí, scout, es que lo veía muy liso, sin arrugas.
¿el de los 18 es el que estás viviendo ahora, maripuchi?
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