lunes, 5 de febrero de 2007

Amistad

¡Qué complicada es la amistad! A los amigos los elegimos y la familia viene impuesta y yo siempre había pensado que podía confiar más en mis amigos, porque los conocía mejor que a mi propia familia. Pero últimamente estoy empezando a cambiar de opinión.

Según crezco, veo que mis amigos de siempre van cambiando, andan por caminos diferentes al mío y se van convirtiendo en personas diferentes a lo que yo creía que eran. Cuando somos jóvenes nos pasamos mucho tiempo con nuestros amigos, compartimos muchas cosas, ideas, formas de ver y vivir la vida, pero con el tiempo, cuando empiezas a trabajar y tienes menos tiempo para pasarlo con ellos, empiezan a convertirse en extraños. No en extraños por completo, pero sí en personas distintas. Y a veces, esas personas dejan de tener cosas en común con nosotros.

Antes pensaba que era prácticamente imposible que yo llegase al punto de no querer volver a ver a una amiga, puesto que yo la había escogido y suponía que la conocía, pero la vida da muchas vueltas y enseña muchas lecciones.

Ya no confío tanto en la amistad. De hecho, pienso que la mayoría de los amigos que tengo, excepto dos, son amigos para lo bueno, pero no estoy segura de si lo serían para lo malo. ¿Es eso culpa mía? Tal vez no sé ser amiga o a lo mejor espero mucho de los demás y luego me decepcionan. O tal vez hoy tengo el día tonto y lo veo todo negro.

1 comentarios:

Cinéfila dijo...
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