sábado, 22 de diciembre de 2007

Amigos

Llevo días dándole vueltas al tema de la amistad y lo que significa. ¿Qué es la amistad? ¿Qué nos lleva a considerar amigas a algunas personas y a otras no? ¿Cuánto tenemos que conocer a alguien para que pueda ser llamado amigo? ¿Cuál es el punto o el criterio que nos lleva a decidir si alguien es nuestro amigo o no? ¿Por qué a algunas personas les gusta tener muchas amistades y otras preferimos contarlas con los dedos de una mano? ¿Por qué con algunas personas tenemos una conexión inmediata y nos tratamos como si nos conociésemos de toda la vida? ¿Realmente elegimos a nuestros amigos?

La amistad es un tema recurrente para mí desde pequeña. He tenido muy pocas personas a las que pueda llamar amigas en mi vida y a veces me pregunto si realmente lo han sido o si yo lo he sido para ellas. Pero claro, eso depende de nuestra definición de amistad, de lo que necesitemos ver en la otra persona o sentir por ella para considerarla amiga, y de lo que esperemos de ella, de lo que pueda aportarnos.

Es posible que yo sea muy exigente respecto a lo que espero de un amigo o a lo que yo tengo que dar para mantener una amistad. Lo que es indudable para mí es que cada uno de mis amigos, los que cuento con los dedos de una mano, me aportan algo distinto y yo les exijo algo diferente. En eso no soy justa y supongo que está bien. No le puedo pedir lo mismo a un amigo que está a 600 km. que a mi amiga de hace 10 años que está casada y tiene una niña.

He llegado a la conclusión de que la clave para mí está en tener a mis amigos en mente, aunque no pueda verlos habitualmente. Creo que para mí, amigos son las personas de las que me acuerdo cuando me pasa algo bueno y cuando me pasa algo malo. Son esas personas que consciente o inconscientemente siempre están en mi cabeza y de alguna manera forman parte de mi vida diaria, aunque sólo sea en el pensamiento.

14 comentarios:

Obi-Wan dijo...

No podría estar más de acuerdo con tu "definición" de amistad (te lo dice uno que no llega ni a usar todos los dedos de una sola mano para contar sus amistades)

¡Que la Fuerza te acompañe!

Anónimo dijo...

Pienso igual que tú.

Mi amiga-de-la-infancia es como si fuera mi hermana. Siempre que me ha pasado algo, bueno o malo o regular o muy bueno, o lo que sea, cuando fuera que la necesitara para hablar, para reír, para llorar, ella ha estado ahí.
Y le debo muchísimo.
Besis

RGAlmazán dijo...

Se muchos los conocidos, pero pocos los amigos. Los amigos dejan poso, pátina, los conocidos pasan y vuelven a pasar.

Es importante tu reflexión. ¿elegimos libremente a nuestros amigos? Desde luego tenderíamos a decir que sí, sin embargo hay algo superior a tí mismo/a que te induce a una y no a otra persona.

¡Qué profundo, nena!

Salud y República

Rfa. dijo...

Durante mucho tiempo defendí un concepto de la amistad poco comprometedor. Es decir: que un amigo no tiene por qué ser alguien que te deba fidelidad o lealtad. Pero con el tiempo se me ha ablandado el corazón y he llegado a la conclusión de que incluso los más descastados necesitan (necesitamos) una pizca de complicidad, la certeza de que hay alguien ahí, al otro lado. Tanto cambio de opinión me vuelve escéptico, como es lógico, pero aun así creo que me atrevo a afirmar (como si fuese verdad) que los amigos, por lo menos, tienen que demostrar a veces que lo son.

Dardo dijo...

En esto de la amistad se dice que hay química también. Me creo que es la forma moderna de hablar de prejuicios; porque en muchos casos no obedece a la lógica las intuiciones que tenemos sobre la marcha. Unas veces se acierta, y otras no.

Sin embargo los clásicos nos han dado una pista valiosa o test de la amistad. Es esta:

¡Conocerás a tus verdaderos amigos en la adversidad!.

En los momentos de fortuna. Tod@s te sonreirán. Pero en el momento del sufrimiento y del dolor comprobarás qué afectos eran verdaderos. ¡Y todo esto sin tener que darte la razón; simplemente porque te quieren de verdad!.

Freia dijo...

Es probable que no seamos tan libres como pensamos al elegir a nuestros amigos porque además, ellos también nos eligen a nosotros. Es cierto que cada cual tiene su concepto de amistad y, a veces, ni siquiera es uno solo. Tengo amigos a los que no puedo ver a menudo y ni siquiera hace falta que nos escribamos o hablemos para saber que están ahí pero también es cierto que a mi me gusta regar, abonar mis relaciones con los amigos, mandarles una nota, una carta, un correo, charlar dos minutos para que sepan que estoy ahí porque me encanta, para qué voy a negarlo, recibir sus palabras, su carta, su correo y saber que cuentan conmigo, que los tengo cerca por si hay que echar mano de ellos o tienen que hacer lo mismo conmigo.

Rocío Rico dijo...

"Tengo a mis amigos en mi soledad, y cuando estoy con ellos ¡qué lejos están!".

Yo quiero quejarme de la ligereza con la que se utiliza comúnmente la palabra "amigo". Llegan, dicen que lo son (amigos tuyos), tú vas y te lo crees, y luego, cuando compruebas que no, más dura es la caída....

Para mí la amistad es como el amor, bueno, es un tipo de amor, me refiero a que es como una relación amorosa, solo que un poquito menos completa.
De hecho, muchas veces me he sorprendido escribiendo a un amigo una carta que perfectamente podría entenderse como una carta romántica.

Conoces a alguien y notas que hay entre vosotros una química especial, vais avanzando en ello y nace una bonita relación, algo que os une más allá que a los demás, podéis tener vuestras crisis, pero la cosa avanza y se llega a esa fase de serena complicidad en la que no hace falta tener al otro al lado para poder contar con él, se pueden tener celos de otros, y si hay un desengaño cuesta tiempo y esfuerzo superar la ruptura y siempre se le recordará como alguien que fue especial en tu vida.
Esto lo digo hablando de la amistad.

Gemma dijo...

Pues estoy de acuerdo contigo. Yo tengo amigos a cientos de kilómetros, con quienes a veces me comunico menos de lo que querría, y no por ello dejo de sentir su presencia, su sólida amistad.

¿Puedo desearte aquí felices fiestas? ;-)

¡Ah, y Feliz 2008!

Scout Finch dijo...

Totalmente de acuerdo con lo de la química, Dardo y Leg. Es verdad que con algunas personas sabes que te vas a llevar bien y conectas casi inmediatamente después de haberlas conocido. Y cuando ocurre eso es muy emocionante, porque ocurre tan pocas veces (al menos a mí).

Yo creo que no elegimos a nuestros amigos con entera libertad, puesto que suelen ser personas de nuestro entorno: el barrio, el colegio, el trabajo... Y ellos, como bien dice Freia, también nos eligen, es algo mutuo. Y también están las circunstancias, el destino si queréis llamarlo así.

Leg, me ha encantado tu definición de la amistad. Realmente estoy de acuerdo contigo en que la amistad es una relación amorosa. Al fin y al cabo a los amigos se les quiere, no como a la pareja, pero a veces de una forma muy similar. Y sí, yo también creo que muchos usan la palabra amigo con demasiada ligereza, tal vez porque, como dice Rfa., hay gente que tiene distintas visiones de lo que debe ser un amigo, hay gente que no se compromete en la amistad y para los que sí lo hacemos es doloroso ver que no nos corresponden.

Supongo que por todo esto, a veces los amigos nos dan tantos dolores de cabeza.

¡Feliz Navidad a todos, Obi- Wan, Maripuchi, Rafa, Rfa., Dardo, Freia, Leg y Mega!

Un beso y un abrazo navideños.

Rocío Rico dijo...

Empiezo a perder la cuenta de los blogs en los que he deseado Feliz Navidad... y eso que no han sido muchos...

En fin, por si no te lo he dicho antes: Feliz Navidad.

Anónimo dijo...

Pues en la blogosfera todo el mundo se llama "estimado" o "querido" a las primeras de cambio...

Yo también soy de los que los contaría con los dedos de la mano si obi-wan no me los hubiera cortado.

Encontrar un amigo está claro que tiene algo de azar y depende del entorno y las situaciones. Pero la amistad no, creo que las personas se hacen amigos porque encuentran esa complicidad de la que habláis y eso depende de la personalidad. Lo que pasa es que a veces hace falta una situación más límite para descubrirlo. Lo que es fascinante de internet es la posibilidad de encontrar a gente afín que nunca hubieras podido conocer de otro modo y mantenerte en contacto. Lo que es menos fascinante es como promueve también el otro extremo y es una fuente de amistades de paso.

Oye leg, ¿cuál es la parte menos completa? Por cierto, veo que se ha acabado la prenavidad.

NáN dijo...

Los amigos pintan de colores soportables la soledad. Algunos lo son desde siempre, otros desde hace muy poco, cualquiera de ellos te puede fallar. Pero no importa: porque uno mismo a veces falla.

Los amigos son quienes comparten contigo una sensación de cercanía. De importancia del uno para el otro. A veces, de los amigos que me hecho en los blogs y no conozco (a otros muchos los he conocido y el resultado ha sido espléndido), ha bastado detectar en uno una alegría o una pena especial para que me sintiera más alegre o más triste.

No todos mis amigos «son gente cumplidora, que acude cuando sabe que yo espero, si les roza la muerte dismulan, que pa'ellos la amistad es lo primero». Ni falta que hace que lo sean.

El Cerrajero dijo...

Como decían los Ilegales 'mi mejor amigo, creo que soy yo'.

¡Feliz Navidad!

Rocío Rico dijo...

"My doctor says 'Ulrika'", entiendo que me preguntas qué le falta a la amistad para ser como una relación de pareja... pues varias cosas, si no, estábamos apañados, jejeje...

Supongo que fundamentalmente lo que más define esa diferencia, es la atracción física, la química en lo sexual, que no es necesario sentirla para que se forme una amistad, y sin embargo es condición indispensable para una relación de pareja.

Otra cosa también crucial en esa diferenciación es la urgencia o necesidad del otro. Disfrutamos mucho de nuestros amigos, pero no sentimos la misma necesidad imperiosa de tenerles a nuestro lado constantemente, como nos sucede con la pareja.

Dejémoslo ahí, que se ha despertado mi nenín y no es precisamente el adalid de la paciencia.