martes, 6 de marzo de 2007

Martes

Hoy también estoy alelada. Creo que es culpa de tanta crispación. Está llegando un momento en que leer tanto sobre el mismo tema me está afectando al cerebro. ¿Será que estoy cayendo en las redes del PP? ¿Tal vez tanta manipulación y tanto engaño están afectando a mis maltrechas neuronas y ya no funcionan como antes? ¿La ignorancia es la felicidad? Ahora mismo tengo un auténtico follón en la cabeza, no me aclaro.

Además, esta tarde tengo que acudir a una reunión con la plana mayor de mi empresa, para hablar de los presupuestos de este año y de "información general". ¿Anunciará el señor gerente que se retira? ¿Nos cambiará el horario para poder conciliar? ¿Nos quedaremos con un palmo de narices porque no hará ninguna de las dos cosas?

Y para rematar, Daniel Isaac nos comenta en una de sus entradas que, por motivos personales, está planteándose dejar de publicar en su blog "La cueva azul". Si uno de los mejores blogs, desde mi punto de vista, echa el cierre ¿qué va a ser de nosotros y nosotras?

Segundo día de la semana. Todavía quedan tres para que llegue el ansiado sábado. (Bueno, no es por dar envidia, pero a mí me quedan dos, porque el viernes por la mañana ¡me voy a Zaragoza de fin de semana! Madre mía, qué ganas de que lleguen las 7 de la tarde del jueves. Ahora que lo pienso, no sé porqué me quejo tanto de esta semana. Será que cuando se desean mucho las cosas parece que tardan más en llegar).

2 comentarios:

Daniel Isaac dijo...

((((Gracias scout!

No merezco tanta atención...de verdad!

Estoy bastante enganchado a esto, y quizás el abatimiento de estos días de replanteamientos vitales no sea suficiente como para sellar la cueva del todo.
A esto hay que sumar sus adorables palabras y las del querido amigo Babeuf.))))

Si tienes esperanzas de que UN jefe( uno solo ) diga lo que dice que quizás dice
eres la persona más optimista que conozco...

Scout Finch dijo...

Pues yo me considero más bien pesimista. Racionalmente no tengo demasiadas ilusiones puestas en lo que pueda decir mi gerente, pero al final, la esperanza es lo último que se pierde. Ya os contaré.

(Me alegro de que no vayas a cerrar. A lo mejor necesitas bajar un poco el ritmo. Intenta no agobiarte. El cambio es el motor de la vida, aunque a vece queramos que todo sigua igual.)

¡¡Saludos!!