miércoles, 7 de marzo de 2007

Conciliación

Ayer tuve, más bien tuvimos porque estábamos todos los empleados, una reunión con la gerencia de mi empresa para hablar de los presupuestos para este año y de "información general". Primero quiero aclarar que trabajo para una entidad sin ánimo de lucro, pero digo empresa porque la gerencia nos dirige como si lo fuese.

Nos contaron como iban las cosas económicamente hablando y que es lo que está previsto para el resto del año en lo que a proyectos se refiere. Luego surgió el tema del horario. Trabajamos de lunes a jueves de 9:00 a 14:00 y de 16:00 a 18:45 y los viernes estamos sólo por la mañana. Es un horario que no está mal (no trabajamos las 40 horas) pero que se puede mejorar. El año pasado solicitamos que nos redujesen una hora la comida y salir a las 17:45. El señor gerente no nos hizo ni caso. Y ahora es él quien vuelve a sacar el tema. Quiere que hagamos una comisión de tres personas que se reúna con él para discutir el tema. Y yo, que soy tan lista, me ofrecí voluntaria para estar dentro de ese grupo y escuchar la sarta de tonterías que nos va a soltar para justificar su negativa a cambiarnos el horario, a pesar de que eso no perjudica para nada la buena marcha de la empresa.

Conclusiones:

  • la empresa va bien.
  • los empleados no van tan bien
  • el gerente es un cachondo que nos quiere tomar el pelo a todos, que presume de sindicalista y de ser de izquierdas y luego se niega a ayudarnos a conciliar la vida laboral y la familiar
  • yo soy una bocazas y debería aprender a estarme quietecita.

6 comentarios:

Gracchus Babeuf dijo...

El actual jefe de personal de mi empresa es un antiguo amigo personal, y fue un destacado dirigente de Comisiones Obreras. Y como ha sido cocinero antes que fraile, ¡se porta como un auténtico cabrón!. En Comisiones me han asegurado que no es un caso único: es frecuente que cuando un sindicalista accede a puestos de gestión de personal ejerce el cargo como el peor de los jefes con los que se ha enfrentado. Paciencia.

Scout Finch dijo...

Babeuf, gracias por los ánimos.
Yo también había oído cosas semejantes, pero hasta que no entré en esta empresa no lo experimenté en mis propias carnes. Lo que más me fastidia es que encima presume de ello. Creo que estuvo en CCOO y está afiliado al PSOE (o lo estuvo). Para él somos unos malos empleados porque nuestra vida no es la empresa. Le faltan un par de años para jubilarse, así que es posible que la tortura dure poco.

¡Saludos!

Níniel Nielisse dijo...

Nosotros disfrutamos de horario flexible, pero como ya sabes ;) hay veces que curramos por horas, y otras por objetivos. Ayer, sin ir más lejos, tuve que salir a las 20.30 porque tenía hoy una entrega... qué remedio.

Hoy me voy a las 18 ;)

Scout Finch dijo...

Mi trabajo no me permite horarios flexibles, pero sí una jornada intensiva o reducir la hora de la comida. Otra cosa es que el que manda esté de acuerdo, claro.

¡Saludos!

RGAlmazán dijo...

Dicen que no hay peor rico que el que ha sido pobre primero.
Ocurre y seguramente todos tenemos experiencias. Yo que trabajé durante muchos años en una empresa italiana y era presidente del Comité de Empresa; tuve durante muchos años, distintos jefes que venía de Italia y habían pasado por la CGIL.
En fin, a lo mejor lo que no hay que ser es jefe.

Ánimo y lucha, scout, que es la única forma de ir arañando mejoras.

Salud y República

Scout Finch dijo...

Rafa, lo malo de esto es que los compañeros protestan mucho pero a la hora de la verdad, nadie hace nada. Lo de ayer fue surrealista, porque había algunos colegas que me decían cómo tenía que argumentar las cosas delante del gerente y cuando les decía que viniesen ellos también, se negaban.

Gracias por los ánimos. Ya os contaré que ha pasado.