miércoles, 16 de enero de 2008

Difícil decisión

Tengo ante mí una disyuntiva y no sé qué camino escoger.

¿Qué hago cuando llegue a casa, dentro de aproximadamente hora y media?:

- ¿Me pongo a planchar la ropa para que no se me acumule con la de la siguiente lavadora?

- ¿O me pongo a leer el libro tan interesante que tengo entre manos en estos días, que me muero de curiosidad por saber qué va a pasar?

Ay, qué dura es la vida de los amitos de su casa...

22 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo tengo un montón de ropa en una silla para doblar, porque no creo que planche nada, y no parece que le duela, creo que puede aguantar un poco más. Eso sí, mis lecturas son más prosaicas, un montón de exámenes...

Anónimo dijo...

Bueno, yo que tú, Scout, leería... La plancha sieeeeeeeeempre puede esperar, apañera...

Besu

Gracchus Babeuf dijo...

Plancha 0 Libro 3

Libérate.

Freia dijo...

Si te vale la opinión de una amita de casa que ya tiene unos cuantos años de experiencia... siéntate a leer. Como dice ulrikanize...no parece que a la ropa le vaya a dolor mucho. Yo en vez de tenerla en la silla, la guardo en la parte baja del armario y ojos que no ven...

NáN dijo...

Si la arruga no es bella, peor para ella.

5-0

Gemma dijo...

Bueno, puedes planchar una horita (a buen ritmo) para tranquilizar la mala conciencia y luego tumbarte a leer con la felicidad del deber cumplido...por hoy.

Yo lo dejaría así (de hacer caso a Nán o a Babeuf lo tienes crudo):
Plancha 1 Libro 2.

Al cabo de tres días, has liquidado la antepenúltima lavadora; y ya sólo te queda la penúltima, la última y la de mañana.
;-D

Anónimo dijo...

Desgracidamente, y debido a la ingente cantidad de ropa que ensucia Rn., yo me veo siempre obligada a optar por la opción plancha. En caso de no haber niños por medio, me uno a Mega...
Plancha 1, libro 2

¿Por qué de todas las tareas de casa, la plancha resulta ser la mas odiosa para la mayor parte de las personas?

Blanca dijo...

La plancha, el polvo, la cocina, las comiditas, la aspiradora, colocar los cacharritos del lavavajillas... enfín, la lista puede ser interminable...

Siempre el libro, niña.

animalpolítico dijo...

El libro, sin duda. Si la camisa está arrugada, te pones un jersey.

Plancha 0, Libro 5

Scout Finch dijo...

Al final ganó el libro, por supuesto, en el fondo estaba claro que iba a sucumbir a la tentación. Lo malo es que hoy vuelvo a tener el mismo dilema, y me parece que debería seguir el consejo de Mega y Pati: plancha y luego lectura. Pero es que está tan interesante el libro...

Unknown dijo...

Durante un tiempo, dormía en una cama cuyo soporte era una simple y dura tabla separada del suelo por unos gruesos tacos de madera. Esto me permitía colocar estratégicamente y con cuidadito la ropa entre la susodicha tabla y el colchón, de tal manera que cuando me lavantaba -¡ups! la ropa estaba perfectamente planchada, incluso los pantalones, con raya y todo. No sé... es una idea.

Pero como supongo que no tienes una cama tan rudimentaria (pero práctica), opino como Gracchus:
Plancha: 0; Libro: (incluso) 7.

NáN dijo...

Babeuf y yo quedamos fuera, según Mega.

Seguro que porque somos chicos. Y nos discriminan.

Anónimo dijo...

Plánchameeeeee...

(ruido amenazador de la siguiente lavadora)

Scout Finch dijo...

Shhhhhhhh, ropa, vuelve a tu cesto y estáte calladita.

Anónimo dijo...

Qué triste... no me tienes en cuenta... si hubiera nacido libro ¿me querrías más?

Paco dijo...

Lee, lee y dinos que libro es.

Scout Finch dijo...

Ropa, si hubieses nacido libro te querría igual, porque hay libros que son tan rollo como planchar. El problema que tú tienes es que eres recursiva: todas las semanas hay que lavarte y plancharte y eso me da una sensación de déjà vu muy desagradable. Y si sigues dando la lata te voy a tener que meter en el cuarto oscuro.

Paco, estoy leyendo "La inquilina de Wildfell Hall" de Anne Brontë y, como la anterior vez que lo leí, me está encantando y me tiene enganchada. Es posible que haga una entrada sobre ello cuando lo termine.

(Por cierto, la ropa sigue en su cesto, jeje)

Besos.

Anónimo dijo...

Qué injusta es la vida... Con lo que yo me esfuerzo para que estés más guapa....
Si sigues así quizá mañana no esté ya en el cesto... porque me habré tirado por la ventana.

carmen moreno dijo...

¿Y si planchas el libro y te lees la ropa? Psch... Igual no tiene el mismo encanto, pero por probar...

yusef dijo...

Vaya, ¡con las ganas que tenía de decir que dependía de qué libro fuera...!, y va y resulta que es de Anne Brönte... Siempre tarde.

Entonces, nueve días después, ¿la ropa arrugada y el libro leído, o cómo?

Scout Finch dijo...

Pues nueve días después (¿sólo nueve? A mí me parece que hace una eternidad, jajaja) hay otra ropa distinta en el cesto y otro libro distinto entre manos. Y la misma pereza para dejar el libro y ponerme con la ropa (sobre todo porque esta vez son sábanas y se me da fatal planchar sábanas).

Bienvenidos Carmen y Yusef.

yusef dijo...

Ah, pero ¿las sábanas se planchan? Vaya, vaya, vaya...