lunes, 12 de febrero de 2007

Libros: "Nuestra especie" de Marvin Harris

Acabo de terminar el libro que estaba leyendo. Se llama "Nuestra especie" y es del antropólogo Marvin Harris. No es un libro reciente, es de 1989, y algunas de las teorías que plantea están obsoletas, pero aún así me ha dado una visión sorprendente de la humanidad, totalmente distinta de la que he tenido hasta ahora.

Yo siempre he pensado que los seres humanos somos fundamentalmente "biología". Me explico: somos animales y como tales nos guiamos por instintos. Esto es algo que parece muy claro, puesto que somos una de las muchas especies que pueblan la tierra. Pero no está tan claro cuando nos empezamos a comparar con los animales no racionales (o sea, todos menos nosotros). La inmensa mayoría de las personas piensa que el homo sapiens es especial. Somos inteligentes, luego somos mejores que el resto del reino animal, somos los reyes de la creación, la cima de la evolución. Para mí eso no es cierto. Yo creo que somos productos del azar y de la selección natural , que tiene mucho de probabilidad. Pues bien, este libro de Harris va más allá. No sólo somos producto de la selección natural, si no también, y en mayor medida, de la selección cultural.

¿Cómo funciona la selección natural? En palabras del autor:

La selección natural actúa sobre cambios en el programa hereditario que portan las moléculas de ADN localizadas en el núcleo de las células de los organismos. Si los cambios del programa y los rasgos físicos y de conducta que éstos controlan tienen como resultado una tasa neta de reproducción más elevada en las personas en las que operan, dichos cambios se verán favorecidos en las generaciones siguientes y pasarán a formar parte del programa genético de una población.

O sea, que si una mutación en el ADN favorece la supervivencia y una mayor tasa de reproducción del individuo que la posee, esa mutación terminará formando parte del patrimonio genético de miles de personas.

Sin embargo, la selección cultural no tiene porqué favorecer una mayor tasa de reproducción:

Nuestros organismos poseen, como resultado de la selección natural, cierto número de deseos, necesidades, instintos,límites de tolerancia, vulnerabilidades y pautas de crecimiento (...) que, en resumidas cuentas, definen lo que se entiende por naturaleza humana. (...) La selección cultural es la servidora de la naturaleza humana. Funciona conservando o propagando la conducta y los pensamientos que con mayor eficacia satisfagan las exigencias y potencialidades biológicas de los individuos de un grupo o subgrupo determinado. Una vez que (...) la selección cultural funciona a pleno rendimiento, las diferencias en cuanto al éxito reproductor dejan de constituir el medio a través del cual se seleccionan las variaciones de conducta y pensamiento.

El autor pone como ejemplo de selección cultural los anticonceptivos: aumentan el bienestar, satisfacen a la naturaleza humana y sin embargo, son seleccionados precisamente porque contribuyen a disminuir la tasa de reproducción.

Harris niega que el ser humano tenga más instintos que el de alimentarse y el instinto sexual. No acepta ningún instinto de reproducción ni nada similar. De hecho, argumenta que prácticamente todos las conductas y comportamientos del ser humano son culturales. Vamos, que somos menos biología y más cultura de lo que yo pensaba. La selección cultural, no sólo la selección natural, nos ha hecho lo que somos.

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