jueves, 30 de agosto de 2007

Volviendo

Ya he vuelto. En realidad volví el lunes, pero he tenido tanto curro que apenas he podido conectarme. Menos mal que todavía es agosto...

Las vacaciones se me han hecho más cortas de lo habitual. La primera semana fue genial, días de paseos por Madrid, de tapas y cervecitas y de largas conversaciones. También estuvimos en Toledo, ciudad que adoro aunque odie sus cuestas. Hacía un par de años que no iba y reconozco que cuando llegué allí, me dí cuenta de lo mucho que lo había echado de menos. Algún día haré una entrada sobre ella.

Las otras dos semanas de vacaciones he estado muy tranquila, de visitas a la familia del pueblo y sobre todo al precioso de mi sobrino, que ya tiene cinco meses y está para comérselo. Pero se han pasado demasiado rápido, apenas me he enterado. Así es la vida, cuando empiezas a disfrutar de lo bueno, se acaba.

Esta semana estoy que no me centro, supongo que será porque todavía no me hago a la idea de que la semana que viene es septiembre, la vuelta al cole, el fin oficioso del verano. Todavía estoy volviendo a poner los pies en la tierra.

¡Vuelve, agosto!

domingo, 5 de agosto de 2007

Hasta la vuelta

¡Por fin estoy de vacaciones! No vuelvo a currar hasta el 27 de agosto. No me voy a ningún sitio en especial, pero estaré de acá para allá, del pueblo de mi madre a la casa de mi novio, todo el mes, así que es posible que esto esté un poquito parado hasta que vuelva a trabajar. Es lo que tiene agosto, que se cierra por vacaciones.

Pasad unas vacaciones geniales allá donde estéis. Y volved con fuerzas renovadas para el próximo curso, que seguro que va a ser muy intenso.

Muchos besos.

jueves, 2 de agosto de 2007

¿Por qué?

¿Por qué cuanto más rápido tienes que hacer algo, más despacio vas? ¿Por qué cuanto más deprisa necesitas llegar a un sitio, más atasco coges? ¿Por qué cuanto más tienes que madrugar, más tardas en dormirte?

¿Por qué nos fijamos en el todo y no en los detalles? ¿Por qué los demás descubren en nosotros lo que nosotros no vemos? ¿Por qué nos creemos más una crítica que un piropo?

¿Por qué las mejores ideas se nos ocurren cuando no tenemos nada para apuntarlas? ¿Por qué cuando repetimos mucho una palabra pierde sentido? ¿Por qué cuando necesitamos contar algo muy delicado, no nos salen las palabras?

¿Por qué una semana de trabajo se hace eterna y una semana de vacaciones se pasa en un suspiro? ¿Por qué me da por filosofar en pleno verano?

¿Por qué soy tan preguntona?

miércoles, 1 de agosto de 2007

Agosto

¡Por fin llegó agosto! Mes de vacaciones, de descanso, de calor, de escasez de noticias. Me encanta agosto, excepto por el insoportable calor que hace aquí, claro.

Antes, cuando yo era una enana, Madrid se quedaba vacío en agosto. Apenas había gente por las calles, el centro estaba casi vacío, excepto por algún que otro guiri, había miles de sitios para aparcar, no había que esperar colas en ningún lado. También tenía sus inconvenientes, muchas tiendas cerraban y tenías que ir a comprar el pan tres calles más abajo, pero esa tranquilidad era especial. Era otro Madrid, Madrid en agosto.

Ahora esta bendita ciudad no se vacía nunca. Somos tantos que eso es imposible, y la gente ha cambiado sus hábitos de vacaciones, pero algo sí se nota y por eso me sigue encantando. El calor sigue siendo el mismo, ahora hay más guiris que antes y aparcar es casi gual de complicado que el resto del año, pero me parece que sigue habiendo ese ambiente distinto, ese olor a verano y vacaciones que julio no tiene.

Me encanta agosto (pero se pasa demasiado rápido).